sábado, 8 de agosto de 2020

“Jugar y otros asuntos urgentes”


Art. 20 de la ley 26.061 “Protección integral de los derechos de NNyA”: Derechos al deporte y al juego recreativo.

Los Organismos del Estado con la activa participación de la sociedad, deben establecer programas que garanticen el derecho de todas las niñas, niños y adolescentes a la recreación, esparcimiento, juegos recreativos y deportes, debiendo asegurar programas específicos para aquellos con capacidades especiales. (Digesto de la niñez y la adolescencia de la provincia de Misiones, Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones, año). 

La importancia del juego para los/as psicólogos/as…

A partir de los ´60 se da el proceso de psicologización de la infancia, apareciendo la idea de afectividad.

“La terapia del juego no es nueva. Procurando un breve desarrollo del uso del juego en terapia, fue Freud, en 1909, quien describe por primera vez el trabajo terapéutico a través del juego, mencionando a Juanito, un niño con síntomas fóbicos. Este se constituye en el primer caso histórico de uso del juego en el proceso terapéutico.

En 1932, Melanie Klein desarrolla procesos terapéuticos con niños y niñas en los cuales el objetivo central era traer el inconsciente al consciente mediante el juego. Ana Freud, en 1946, describe la utilización del juego para construir relaciones terapéuticas con niños y niñas antes de comenzar a interpretar sus motivaciones inconscientes (Opplieger Fuentes Valeria, 2013)

Para Winnicot el juego es un espacio creativo, un espacio potencial entre el niño y la madre. Pero sobre todo en el juego, existe otro, presente o imaginado.

“Históricamente, el hombre, ha utilizado los dibujos como forma de registrar sus sentimientos y acciones: aún antes que símbolos que registraran el habla”.

“A través del desarrollo de la motricidad, el niño, descubre que el lápiz sostenido entre sus dedos, va dejando la huella de su movimiento sobre un objeto. Este descubrimiento le produce tal fascinación, que a la corta edad de dos años suele dedicar bastante tiempo a esta actividad. Pero es necesaria la interpretación del adulto para que estos trazos se conviertan en dibujos” (Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia, 2010)

Es importante tener en cuenta que somos seres sociales, insertos en una cultura donde nuestras acciones cobran sentido en el vínculo con el otro desde el nacimiento.

La función materna y paterna, que contiene y sostiene al recién nacido, que le devuelve una mirada, abrigando, alimentando, acunando, van llenando de sentido la vida del cachorro humano.

Cuando me preguntan sobre el juego no sé qué decir, de tanto que podría decirse, desde lo terapéutico, amoroso, vincular, emocional, elaborador de traumas, canalizador de emociones, el juego es el lenguaje común de la humanidad, cualquier niño que se encuentre con otro niño o niña, se comunican a través del juego, si el ambiente lo facilita.

En tiempos de confinamiento es importante seguir generando espacios de juego con el niño, y no me refiero a darle una tablet, una computadora o un teléfono, es necesario un espacio lúdico, el espacio que muchos niños tenían en los jardines, en las escuelas, en el parque, ese espacio que perdieron, espacios de sociabilización, que le permiten ir construyendo su personalidad.

Por lo tanto, hay un espacio, independiente de los padres, que debe habilitarse, aunque sea a través de las pantallas, habilitar el encuentro de los niños con abuelos, tías y amigos. En algunos casos se hace necesario buscar ese espacio con psicólogas/os, que peemita un encuentro con el niño o la niña, respetando sus tiempos y respondiendo a sus deseos e intereses, pero sobre todo jugando, mientras nos vemos, para procesar ansiedades, miedos y tristezas. Lo mas importante de este espacio, y mas que nunca en estos tiempos de aislamiento físico, es que el niño/a puede establecer un vínculo extra familiar, encontrarse con alguien, con quien puede hablar, pintar o desarrollar a través del juego, conflictivos familiares con otro que esta allí (a través de la pantalla), para expresar lo bueno y lo malo que esta viviendo en tiempos de aislamiento físico, que no debe ser aislamiento social o emocional, ya que en estos tiempos y más que nunca los niños/as necesitan un entorno contenedor y amoroso.

Natalia Pino Roldan 

Licenciada en Psicología 

Esp. En políticas públicas 

de niñez y familia  

M.P. 360

 

El mes de la niñez: dejemos que los NNyA sean los protagonistas

El día del niño es una iniciativa de la Organización de las Naciones (ONU) que en 1956 instó a todos los países a que celebraran el día universal del niño en la fecha que consideran conveniente.

En Argentina, el día del niño históricamente se festejó el 1er domingo de agosto, pero en 2003 se trasladó al 2do por pedido de la Cámara del Juguete. En 2011 dicha fecha se celebró el 21 de agosto, debido a que el 14 de ese mes se llevaron a cabo las elecciones Primarias Abiertas en todo el país. A partir de 2013, la fecha es el 3er domingo de agosto, pero la fecha se ajusta a las necesidades del mercado, ya que en nuestro país dicho festejo se relaciona con el acto de regalarle juguetes a los más chicos.

Un festejo relacionado al comercio, las ventas y el marketing, en un mundo en el que la niñez aún es explotada sexualmente, explotada laboralmente, donde muchos niños y niñas se ahogan en el mar diariamente en busca de un mundo mejor, mientras otros tantos mueren de hambre, un mundo donde aún hay niños que no acceden a la educación, y otros tanto que aún no tienen una taza de leche diaria.

Nos preocupamos por un mundo mejor a futuro, sin tener en cuenta que los niños de hoy son la sociedad del mañana. Una niñez invisibilizada en muchos lugares.

Si debiéramos definir la niñez hoy en día, deberíamos describirla como una etapa sagrada, la caja fuerte donde se van a guardar las primeras vivencias y experiencias del ser humano, los recuerdos, las emociones ligadas a personas significativas, la capacidad de empatía, de reconocer cuando lastimamos al otro, de reconocer nuestras potencialidades y desarrollarlas, de crear y potenciar la inteligencia.

Las personas estamos profundamente ligadas a nuestra niñez, lo observamos con los pacientes: una niñez que fue despojada, ultrajada, violentada, o abusada, produce una cicatriz que duele todos los días un poco, toda la vida, y en el mejor de los casos, uno puede advertirlo y comenzar un proceso terapéutico para procesar ese dolor.

La desnutrición en la niñez ocasiona daños severos a nivel cerebral, las experiencias de abuso sexual y violencia extrema están profundamente ligadas a depresiones severas e intentos de suicidio en la edad adulta, por otro lado, la crianza en entornos amorosos y de contención promueven una adultez con mayor empatía y lazo social.

Esta no puede, no debe, ser una etapa más de la vida, debe ser LA ETAPA de la vida, en que podamos transmitir a todos los niños y niñas que hay un mundo lleno de posibilidades para desplegar lo mejor de sí.

La infancia es una construcción social, una categoría variable a lo largo de la historia, una entidad dotada de diferentes significados en distintos contextos culturales. Sin embargo, hay una concepción propia de la infancia que nos distancia de las concepciones de otras culturas.

Por lo tanto, debemos seguir repensando cómo son las infancias en nuestra provincia, ¿Qué quieren los NNyA? ¿A qué juegan? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Cómo construyen su identidad? ¿A qué jugaron durante el confinamiento? ¿Qué cosas le preocuparon? ¿Qué miedos tienen?

Y en esta construcción los niños y las niñas deben ser los principales actores, debemos escucharlos, respetarlos, y acompañarlos a ser los protagonistas de su propia historia.

No podemos pretender que un chocolate con facturas o un juguete en el mes de agosto sea suficiente, construyamos todo el año un sin fin de posibilidades para una población a la que debemos confiarle nuestro futuro.

Natalia Pino Roldan 

Licenciada en Psicología 

Esp. En políticas públicas 

de niñez y familia  

M.P. 360

 

 

 

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