Cada
año, se festeja el Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil el
25 de abril. Esta es una problemática reconocida a nivel mundial, que provoca
daños importantes en las futuras generaciones y para la sociedad en su
conjunto.
Parentalidad
Positiva:
Las
familias de la sociedad: hoy el concepto de familia ya no es el que entendían
nuestros padres y madres, mucho menos nuestros abuelos. Hoy hablamos de
familias en el término más diverso, lo importante, es sentirse parte de ella,
que la familia sea las personas que me cuidan y me aman, que mi hogar o mis
hogares, sean esos vínculos en donde puedo ser yo, con toda mi esencia.
Ya
no hablamos de autoridad parental, sino de responsabilidad, porque todos y
todas somos autores de nuestra propia vida, y el rol de los padres y madres
debe ser respetar la esencia de cada niño y niña, acompañando en su crecimiento,
otorgándole oportunidades, velando por su salud y seguridad social y por
supuesto, brindándole mucho amor.
La
parentalidad positiva se refiere “al comportamiento de los padres fundamentado
en el interés superior del niño, que cuida, desarrolla sus capacidades, no es
violento y ofrece reconocimiento y orientación que incluyen el establecimiento
de límites que permitan el pleno desarrollo del niño”.
Por
lo tanto, el objetivo de la tarea de ser padres es el de promover relaciones
positivas entre padres/madres e hijos, fundadas en el ejercicio de la
responsabilidad parental para garantizar los derechos del niño y del
adolescente en el seno de la familia y optimizar su desarrollo potencial y su
bienestar.
Comunicación, afecto y protección, como las bases solidas para educar a niños y niñas en nuestra sociedad.
Maltrato
en la niñez:
El maltrato infantil es un atentado a los derechos más básicos de los niños, niñas y adolescentes, consagrados a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
¿Quién no conoció nunca un caso de un niño o una niña maltratado?
Los
niños, niñas y adolescentes sufren violencia en el hogar, en la escuela, en los
sistemas de protección y de justicia, en el trabajo y en la comunidad.
Es
así que l@s niñ@s son vulnerados precisamente en aquellos espacios y lugares
que debieran ser de protección, de afecto, de estímulo a su desarrollo integral
y de resguardo y promoción de sus derechos.
Si,
como sociedad, somos todos y todas responsables de los niños y niñas que nos
rodean, porque hace mucho tiempo han dejado de ser considerados "objetos
de propiedad privada", y porque así lo establece la Convención sobre los
derechos del niño es un tratado internacional de las Naciones Unidas, firmado
en 1989 y en vigor desde el 2 de septiembre de 1990, por lo que sería tiempo de
ir desmitificando la idea de que los niñ@s le "pertenecen" a sus
padres.
lamentablemente la mayoría de los maltratos hacia niños, niñas y adolescentes
suceden dentro de sus hogares, es por esto que el hogar no es siempre un lugar
seguro, a veces, todo lo contrario.
Los tipos de maltrato infantil que se llevan a cabo hacia los niños y niñas
pueden diferenciarse en:
-
Maltrato físico y/o psicológico
- Negligencia
- Abandono
- Abusos sexuales
- Femicidio vinculado
Los
maltratos en la niñez dejan secuelas para toda la vida, a nivel físico,
neurológico, emocional, cognitivo, conductual, e influye en los vínculos
interpersonales, a corto, mediano y largo plazo.
Es
importante saber escuchar a los niños y las niñas, una escucha con actitud
comprensiva, utilizando el mismo lenguaje que ellos, dándole valor a su palabra
y creerles siempre, esto último, es una deuda pendiente de muchos adultos.
Cotidianamente
nos quejamos de una sociedad violenta, cuando en muchos hogares se replica esa
violencia, enseñando a los más pequeños a vincularse con el mundo de manera
agresiva.
Aún hoy, consideramos que un hombre que golpea a una mujer, puede, a su vez,
ser un buen papá, sin advertir que la violencia familiar provoca secuelas
profundas en los niños y niñas, porque aun cuando no presencien los hechos, son
testigos cotidianos de las secuelas que la misma produce en el agresor y la
víctima.
La
educación:
Es
urgente enseñar a nuestros niños y niñas a reconocer un maltrato, porque cuando
se crían en un ambiente hostil, naturalizan el maltrato, y por miedo o amenazas
permanecen mucho tiempo en silencio, lo que naturalmente, genera secuelas más
profundas.
Resulta
clave mostrar una actitud abierta y receptiva que facilite la verbalización del
problema y permita establecer una relación de confianza.
En
Misiones llama al
102
línea de violencia en la niñez
137
línea de emergencia en violencia familiar
911
línea de emergencias de la policía
Psicóloga Natalia Pino Roldán
M.P 360
Especialista en Políticas Públicas de
Niñez y familia
nataliapinoroldan@yahoo.com.ar