miércoles, 25 de noviembre de 2020

de Noviembre: Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer

Sus nombres eran Minerva, Patria y María Teresa, tres hermanas de nacionalidad dominicana que un 25 de noviembre de 1960 fueron brutalmente asesinadas y arrojadas a un barranco durante la dictadura de Rafael Trujillo. Sus cuerpos fueron el motín que cobró el poder político para dar una lección ejemplar sobre lo que puede pasar cuando las mujeres deciden alzar su voz revolucionaria contra sistemas opresores y violentos. Sin embargo, aquellas voces silenciadas ese día dejaron su eco en la voz de todas las mujeres que decidieron salir a la calle y romper el silencio, hasta que casi 40 años después las voces fueron tantas que se hicieron oír también en los foros internacionales, y mediante la resolución 54/134 de la Asamblea General de la ONU se instituyó el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.


Las niñas y los niños víctimas de la cultura patriarcal

"El patriarcado es una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres" 
De esta manera hombres y mujeres son víctimas de un sistema patriarcal, seguimos criando a niños y niñas de manera fragmentada, negándoles una parte del mundo, prohibiendo bajo todo punto de vista que los niños desarrollen la sensibilidad y las niñas la valentía, herramientas básicas para cualquier ser humano que viva en sociedad. 
Los juguetes, desde que nacen, son otra herramienta de educación sexista: regalamos a niñas todo en color rosa, cocinas, muñecas (delgadas y maquilladas), artículos de limpieza y a varones autos, espadas, armas, si es color azul mejor. Les enseñamos desde pequeños, a través del juego, que es el modo de conocer el mundo, cuál es su lugar en el mundo, predisponemos a las mujeres a cocinar y limpiar la casa el resto de su vida, y a los hombres a ejercer la fuerza; luego, no comprendemos por qué tenemos mujeres dependiendo de los hombres, relegadas al hogar, y ni hablar los ingresos a ingeniería, arquitectura, y otras carreras que aún hoy se consideran exclusivas del hombre.
Entonces, a temprana edad los varones aprenden: a ser fuerte, ser valiente, no hablar de sentimientos, adoptar conductas de riesgo, ser campeones (nunca se les da la oportunidad de fracasar), ser heterosexuales (también los obligamos a esto), ser el que trae el pan a la casa ser el que lleva los pantalones en la casa. Y a las mujeres: la empatía (siempre debemos comprender todo de todos), la emotividad la fragilidad (si una mujer es fuerte, enseguida se le dice marimacho), la indefensión (para que siempre venga un príncipe azul a salvarla), la eterna juventud (merece un capítulo a parte la presión que la moda de la eterna juventud exige sobre las mujeres hoy en día), la belleza (relacionado a la eterna juventud), la enemistad entre mujeres, la maternidad (sientas deseo o no, si sos mujer debes ser mamá), la capacidad de sufrir, las tereas del hogar y los cuidados del otro (hoy el 90% de la limpieza y cuidados de personas lo realizan las mujeres).
"Debemos transformar el mundo que heredamos porque es un mundo que ha construido la idea de que hay aspectos de lo humano que son inferiores, como la compasión y los sentimientos, y otros superiores, como la violencia o la capacidad de controlar las emociones dos modelos muy diferenciados de conducta asociados a dos géneros"


Los niños y las niñas en contexto de violencia familiar

Durante el proceso de violencia psicológica el agresor se encarga de afectar directamente la autoestima de la mujer, incluso la de sus hijos.

Comienza sutil, señalando que las cosas que una hace no están bien hechas, porque el primer paso es generar la duda, comenzar a dudar si realmente soy tan desastrosa en todo lo que hago.

Un agresor decía “yo les cuento a mis compañeros de trabajo la comida que haces, el asco que me produce comer en casa, lo sucia que esta la casa todo el tiempo, y ellos me dicen que sos un desastre de mujer, no pueden creer que siga a tu lado”, así de a poco comienza un proceso que no tendrá fin y que irá en aumento. 
Niños y niñas van imitando la conducta del papá, crecen con una madre que esta inmersa en una relación humillante, de la que no puede salir, y ese vinculo y ese entorno familiar muchas veces se convierten en lo único que conocen. 
Por esto es muy común en la clínica encontrarse con mujeres, víctimas de violencia de género, que han crecido en una familia donde el padre ejercía el poder de manera muy violenta, sometiendo a todas las mujeres de la familia (pareja e hijas).

Es urgente construir una nueva masculinidad, por ellas, por ellos, por nosotras. Una masculinidad capaz de reconocerse en superioridad y hacer algo al respecto, una masculinidad capaz de respetar a hombres y mujeres sin sentir que se pone en juego su integridad, una masculinidad capaz de hacer los quehaceres de la casa en familia, compartiendo las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hijos, una masculinidad que se permita llorar cuando esta triste, que se permita perder un trabajo y apoyarse en la pareja hasta remontar de nuevo, una masculinidad capaz de dejar de matar, y construir junto a nosotras, una sociedad mas compasiva, mas respetuosa, y mas humana!


SI SENTÍS QUE ESTAS SUFRIENDO VIOLENCIA DE GÉNERO, AUNQUE NI SIQUIERA SEPAS COMO EXPLICARA, PEDÍ AYUDA.

EN ARGENTINA AL 144
EN MISIONES AL 137

HAY PROFESIONALES QUE VAN A SABER GUIARTE Y ACOMPAÑARTE PARA PONER FIN A ESTE FLAGELO






Psicóloga Natalia Pino Roldán

M.P 360

Especialista en Políticas Públicas de

Niñez y familia

nataliapinoroldan@yahoo.com.ar


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